Todos
los géneros y subgéneros literarios tienen reglas que hay que
conocer, aunque sólo sea para romperlas. Las novelas y guiones sobre
la guerra de Vietnam nos dejan saber que lo mismo pasa con ese
subgénero.
1,
El personaje central/narrador. Al principio del libro/película es un
joven patriota sonriente que cree en su país y acude a cubrir una
plaza en un platoon, pelotón, destacado en un punto no concreto de
la selva vietnamita (Haway en las películas baratas, California en
las muy baratas, Filipinas o Tailandia en las que tienen un buen
presupuesto).
Por
cuestiones de mercadeo el personaje será blanco, educado (aunque
casi todo el que pudo enrolarse en una universidad y evitar la guerra
lo hizo) y de un pueblo pequeño del norte o el medio oeste, lo que lo hace más cándido, pero nunca del sur, porque los blancos del sur son
automáticamente sospechosos de toda clase de maldades.
2.
En su platoon conoce una serie de personajes arquetípicos:
Un
fumeta continuamente colocado. Sirve de contrapartida cómica a la
acción.
Un
paleto blanco del Sur (Dixie, Boobie Lee, Rebel...), que
disfruta de la violencia, le gusta matar y puede llevar un arma no
reglamentaria, un cuchillo de cazador, una escopeta repetidora (toque
de realidad, muchos chicos del Sur se hicieron mandar sus escopetas
de caza a Vietnam). Puntos extra si tiene cualquier forma de bandera
confederada en su ropa, armas o tatuada en la piel...
Un
negro cool (prefiero no darle un apodo para que nadie me acusa de
racista), vagamente antisistema, tan experto en la guerra que
literalmente puede oler emboscadas. Puntos extra si lleva el pelo
afro, una chapa de los panteras negras o algún símbolo del black
power.
El
negro cool y el paleto del Sur se odiarán. Como llevan más tiempo
que el narrador/personaje central no es preciso que se muestren ese
odio de forma implícita frente al recién llegado, bastará que otro de los personajes se lo
diga. Puntos extra si a lo largo del libro descubren mutuamente la
humanidad del otro (pero si se reconcilian uno de ellos ha de
morir... es una regla no escrita pero muy clara).
Un
intelectual con gafas (de apodo Profesor), que reflexiona sobre la guerra en voz alta y en
algún punto de la narración explicará por qué Hochimin (al que
llamará el Tío Ho) no debería ser el enemigo.
Un
objetor de conciencia que hace las veces de sanitario en la ausencia de un médico de verdad (apodos más
comunes Doc o Bones).
Si hay poco presupuesto se pueden combinar los personajes del
intelectual con gafas y el médico objetor de conciencia.
Un
chico que tiene novia en Estados Unidos y sueña con volver a su
país, pasar la guerra sin hacer daño a nadie y vivir en una casa
con una valla blanca (no le cojan cariño... es como si llevase la
palabra “muerto” tatuada en la frente).
Los
mandos de la unidad son:
El
sargento veterano, de aspecto duro pero buen corazón que hace de
padre de la unidad. Ese personaje en realidad ha pasado de guerra en guerra sin cambiar apenas.
Un
oficial bueno, novato, que aprenderá el valor del mando y el respeto
a los hombres a lo largo del libro/película. Si es el oficial bueno
es el jefe nominal de la unidad se verá corregido todo el tiempo por
el sargento veterano y desobedecido por el oficial malo que será más
competente, y estará sediento de sangre, que él.
Un
oficial malo, psicópata ordenancista, que odia a todos los locales y la mitad de su tropa,
da órdenes estúpidas y es odiado por todos. Si el oficial malo
es el jefe nominal de la unidad, desoirá sistemáticamente al
sargento veterano, y tomará sistemáticamente la peor de las
decisiones. El oficial malo nunca será competente cuando esté al mando
(no se por que pero es una regla).
3.
A lo largo del libro/película habrán muertos.
Uno
de los dos oficiales morira a lo largo de la narración. Si el
oficial bueno muere lo matará necesariamente el enemigo, si el
oficial malo muere lo matará uno de sus soldados—el paleto blanco
del sur o el negro cool son los mejores candidatos, pero nunca el protagonista ...
Si
el oficial bueno sobrevive habrá aprendido su lección y nadie nunca
volverá a menospreciarlo.
Si
el oficial malo sobrevive su
sargento le avergonzará verbalmente indicando que no merece ser oficial.
El
sargento morirá salvando a uno o varios de sus hombres.
El
intelectual y el objetor de conciencia son definitivamente demasiado buenos para este
mundo.
La
muerte del fumeta será irónica. Si sobrevive su supervivencia lo será aún más ...
El
enamorado de su novia ni siquiera merece la pena explicar que acabará
muerto.
Sobrevivirá
el personaje central, cosa que sabemos desde el principio ya que es
el narrador, voz en off del libro/película, y uno de los dos
soldados violentos, el negro cool que se las sabe todas o el paleto
violento que disfruta de la guerra.
4.
Existen una serie de escenas obligatorias
Llegada
a la unidad en donde el novato se siente como un pez fuera del agua
por desconocer el lenguaje propio de los soldados del frente e ir
vestido reglamentariamente. Una segunda escena en medio o al final
del film lo mostrará perfectamente integrado, puteando a un recién
llegado como él fue puteado. El novato se ha convertido en veterano y habrá dejado de ir vestido reglamentariamente.
Primera
patrulla-primera sangre, y la excitación del combate que le hace
sentir fuera de si, ante de comprender que los enemigos muertos
también son humanos.
Una
escena gratuita de violencia contra civiles surgida de la falta
de comunicación.
Una
escena de drogas que de producirse en la retaguardia, en Saigon, será
también una escena de sexo mercenario.
El
sargento explicando que su dureza es en realidad una prueba de su
cariño hacia sus soldados.
Helicópteros.
Tienen que salir helicópteros y tienen que recortarse contra el sol
en una escena vagamente surrealista. Si los helicopteros atacan hay
dos opciones, música de los sesenta (Motow) o música clásica (que
será vista como un homenaje a Apocalyse).
Regreso
al hogar, pesadillas, cosas rotas e incomprensión por parte de los
civiles e incluso de la familia.
A
veces, pero no es obligatorio, reencuentro, años después. con otro veterano, irreconocibles los dos, con el pelo largo (o afro). Reunión que deja al veterano saber lo que ha pasado con algunos personajes de
los que no sabíamos nada y da conclusión a la obra. Puntos extra si
el otro veterano está en silla de ruedas o muestra claros problemas
mentales.
Reflexión
final: ¿Qué fuimos a hacer allí?
Si no hay escena de reencuentro, una serie de fotos de los personajes y una puesta al día de los personajes junto a los titulos finales, mientras suena música de los setentas—algo triste.
Una pantalla negra recordando a X o Y que "estuvo allí" es siempre un bonito toque y da puntos extra.
Si no hay escena de reencuentro, una serie de fotos de los personajes y una puesta al día de los personajes junto a los titulos finales, mientras suena música de los setentas—algo triste.
Una pantalla negra recordando a X o Y que "estuvo allí" es siempre un bonito toque y da puntos extra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario